Beneficios del ejercicio físico en el control y la prevención de la diabetes mellitus

Todos en algún momento habremos escuchado que, a toda persona diagnosticada de diabetes, se le recomienda caminar a parte de otros hábitos dietéticos saludables. Pues bien, en este post voy a profundizar un poco más en el porqué. No simplemente es un consejo que te da el médico y se tiene que hacer porque él lo dice, conoceremos un poco más a fondo los mecanismos de por qué andar es de vital importancia para un buen control de esta patología y lo que es mejor, prevenir su aparición.

Control de la diabetes mellitus

En primer lugar, hay que aclarar que la diabetes mellitus se produce cuando tenemos un exceso de glucosa (azúcar) en la sangre. Este exceso de glucosa sostenido en el tiempo es muy perjudicial para nuestra salud, porque conlleva a un deterioro precoz y rápido de todos nuestros vasos sanguíneos, con lo que ello acarrea; más riesgo de infartos de miocardio, de accidentes cerebrovasculares, de ceguera ocular, de úlceras vasculares, y un larguísimo etc. Por lo que es importantísimo que los niveles de glucosa en sangre estén muy regulados para evitar todas estas calamidades en nuestro organismo. Normalmente en las personas completamente sanas la insulina, una hormona que produce el páncreas, es la que se encarga de regular y bajar el azúcar en la sangre. 

Tipo de diabetes

Existen dos tipos de diabetes, la diabetes mellitus tipo 1 y la tipo 2. 

  • La tipo 1 suele debutar en la infancia y es por un déficit de producción de insulina por parte del páncreas, normalmente de causa autoinmune.
  • La tipo 2 aparece en el adulto, en esta el páncreas sí que produce insulina, pero ésta es fruto de unos malos hábitos sostenidos en el tiempo que hacen que nuestro organismo se vuelva resistente a la insulina y cada vez necesita más para hacer su función de bajar los niveles de azúcar en sangre.

En los dos tipos de diabetes el andar sería muy beneficioso para bajar los niveles de azúcar en sangre, pero en la tipo 2 prevendría la aparición e incluso si no está muy instaurada podría revertir dicha enfermedad.

La diabetes y el ejercicio físico: unos genes de millones de años

Cómo os preguntaréis, no hay más que aplicar el sentido común, ser conscientes de lo que somos los seres humanos y de dónde venimos, en el fondo, nuestros orígenes.

Como sabéis los seres humanos somos fruto de millones de años de evolución y así se han forjado nuestros genes, no de un día para otro, ni de un milenio para otro, sino que hablamos de millones de años. De modo que nuestros genes son muy similares, prácticamente idénticos ahora que hace 10.000 años, y esos genes se forjaron para estar adaptados al entorno donde vivimos, la Tierra, y poder sobrevivir y medrar como especie.

Dentro de ese entorno para sobrevivir no teníamos una nevera en casa llena de alimentos y cuando teníamos apetito casi sin esfuerzo habríamos la nevera y saciábamos nuestro apetito…, esto no era así, si queríamos comer teníamos que ir cada día en busca de alimentos, haciendo grandes desplazamientos para encontrarlo, correr detrás de los animales para cazar, es decir, el andar, el desplazarnos, el hacer actividad física, es algo que está impreso en nuestros genes forjados a lo largo de miles de años.

Pero desde hace unos años la sociedad ha cambiado muy rápidamente, mucho más rápido de lo que lo hacen nuestros genes, y ahora sin apenas nada de esfuerzo físico podemos llenar nuestras panzas con muchísima abundancia, más que nunca en la historia de la humanidad. De modo que nuestros genes son de una forma, pero la sociedad actúa de otra distinta, es decir estamos yendo en contra de nuestra propia naturaleza, y cuando vamos en contra de nuestra propia naturaleza, de lo que estamos forjados, es cuando las cosas no van bien y aparecen las enfermedades, porque vamos en contra del normal funcionamiento de nuestro organismo.

En este caso en concreto la diabetes tipo 2 es fruto de una mala alimentación (sobrealimentación) y un déficit de actividad física sostenidos en el tiempo que desembocan inevitablemente en la instauración de esta enfermedad tan devastadora para nuestra salud. 

Cuando hacemos nuestras caminatas estamos estimulando nuestros músculos, el combustible principal de nuestros músculos para que puedan moverse es la glucosa, cuanto más nos movamos, más glucosa estaremos consumiendo y consecuentemente menos glucosa tendremos en nuestra sangre, cosa que es beneficiosa tanto en la diabetes mellitus tipo 1 como en la tipo 2. 

Además, cuanto más desarrollados tenemos los músculos por utilizarlos cada día al hacer nuestras caminatas, menos resistentes somos a la insulina, es decir con muy poca insulina ya tendríamos suficiente para que los niveles de azúcar estén regulados en sangre.

La relación entre el deporte moderado en la naturaleza y la diabetes

A parte de los beneficios comentados anteriormente, por el mero hecho de andar y hacer actividad física, si además lo practicamos al aire libre, en entornos naturales, los efectos beneficios se multiplican, porque lo estamos haciendo en el entorno natural donde nos hemos desarrollado, tanto los olores como lo que vemos como lo que nos envuelve tienen un efecto en nuestro organismo que al final van a estimular la formación natural de una serie de hormonas en nuestro organismo encargadas de regular el estado de ánimo , la formación de defensas y en definitiva sustancias encargadas de nuestro bien estar .

De modo que la actividad física moderada como las caminatas en un entorno natural habría que tomarlo como una necesidad biológica diaria para que nuestro organismo funcione adecuadamente, al igual que comemos todos los días, bebemos todos los día y dormimos todos los días para que nuestro organismo funcione bien, el hábito de andar a diario también tendría que estar incluido como los anteriores, porque es una necesidad biológica impresa en nuestros genes, que hace que nuestro organismo funcione de una forma óptima.

Diabetes no controlada con ejercicio físico

Por otra parte, existen medicamentos que ayudan a controlar la glucosa en sangre bajando sus niveles, pero estos pueden ser un arma de doble filo si solamente se utilizan como único tratamiento y no se acompaña de los hábitos de los que os he hablado. Los medicamentos tapan un síntoma pero no curan la enfermedad, porque no se cambia el hábito que las ha producido, entonces continuas haciendo lo que te ha llevado a esa enfermedad. El parche de la pastilla va disimulando o albergando los síntomas, pero a la larga dejará de hacer efecto y necesitarás más dosis, y al no haber cambiado tus hábitos aparecerán otras enfermedades crónicas , para nuevamente taparlas con otras patillas que  tienen efectos secundarios indeseables que pueden producirse otras enfermedades… De esta forma caemos en la trampa de las enfermedades crónicas que nos hacen, llegada cierta edad, ser dependientes de las patillas.

En definitiva, las caminatas de forma habitual en un entorno natural junto con otros hábitos alimenticios adecuados, no solo controlaría la diabetes mellitus tipo 2 y tipo 1, sino que la tipo 2 se podría revertir y lo que es más importante, evitar que aparezca. Si solamente optamos por los medicamentos para tapar los síntomas, estaremos condenados de por vida a la enfermedad crónica y a la dependencia de los medicamentos. En las manos de cada uno de nosotros está, es cuestión de tomar decisiones para elegir que queremos en nuestra vida, habituarnos a la enfermedad crónica dependiente de medicamentos, o adoptar ciertos tipos de hábitos que nos pueden hacer una vida más saludable y feliz sin depender de ninguna sustancia.

Autor: Dr. Julián Llopis Cerezo